Fraudulento a la cárcel en España

El tribunal de la provincia considera que el acusado diseñó y ejecutó un plan entre mayo y junio de 2016 que, si se llevaba a cabo con éxito, podría proporcionarle una importante suma de dinero.



La Audiencia Provincial ha condenado a A. M. F. D, de 62 años y vecino de Grijera, a la pena de dos años y seis meses de prisión por un delito de incendio en concurso con un delito de estafa en grado de tentativa al considerar que diseñó y ejecutó un plan en 2016 que, si se llevaba a cabo con éxito, podría proporcionarle una importante suma de dinero.

Según la sentencia, que se hizo pública ayer y que puede ser recurrida en apelación ante el TSJCyL, a finales del mes de abril de 2016, el acusado contrató a un electricista,  al que conocía de otros encargos, para que le reformarse la línea eléctrica de la explotación ganadera que se encontraba en mal estado, lo que llevó cabo sobre el 5 de mayo, para lo que tuvo que sustituir algunos cables deteriorados desde el enganche a la red general hasta una caja de registro anclada en un muro próximo a la nave y un foco de luz sito en el exterior de la nave.

Siguiendo con el plan, el 25 de mayo, el procesado, a través de  una agencia de seguros domiciliada en Reinosa, suscribió la póliza para asegurar el continente de la explotación hasta el límite de 400.000 euros, dejando al margen el ganado ovino, póliza con vigencia de un año hasta el 25 de mayo de 2017, prorrogable anualmente, y entre los riesgos cubiertos se incluía la pérdida por causa de incendio fortuito.

Pocos días después el acusado trasladó sus ovejas a otra nave contigua sólo separadas por un vano que disponía de puerta metálica tipo corredera. Entre los negocios del acusado figuraba la explotación de un bar denominado No me lo creo en Aguilar de Campo, que solo abría al público los fines de semana y en fiestas.  En la tarde del sábado 11 de junio de 2016, el acusado acudió a la explotación ganadera haciéndose ver en dar de comer al ganado, y ya a solas, en esparcir por toda la nave montones de paja que acumulaba para alimentar a sus ovejas, permaneciendo allí hasta las 19,30 horas en que él o un tercero concertado, prendió fuego a los montones de paja esparcidos por la nave y ya iniciado el incendio, abandonar la explotación sin ser visto, dirigiéndose con su vehículo a Aguilar de Campoo distante a unos 4 kilómetros para abrir el bar antes de que las llamas trascendieran al exterior de la nave.

Su idea era permanecer en el establecimientos atendiendo a los clientes hasta el momento de ser localizado, como así sucedió pasadas las 00 horas cuando un vecino de Grijera le avisó telefónicamente de que su nave se estaba quemando. Asegurada su coartada se personó en su explotación para asistir a los últimos momentos del incendio estando presentes una patrulla de la Guardia Civil y los bomberos que lo sofocaban.

El acusado presentó denuncia ante el puesto de la Guardia Civil de Aguilar y ante el seguro, si bien no llego a cobrar la indemnización por haber iniciado la Guardia Civil diligencias por un posible incendio intencionado.

(Diario Palentino)