Un estudiante de aviación y un inspector de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) son las dos víctimas fatales del siniestro aéreo ocurrido el miércoles a las 12.30 en un campo ubicado a unos 2 kilómetros de la escuela de vuelo 18 Cañuelas.
Las víctimas fueron identificadas como Juan Pablo Rodríguez Montenegro, de 34 años, de la ciudad de Azul; y Ángel Mario Cerreia Varale, de 62 años, piloto e inspector de ANAC.
Andrés Tonelli, titular de la escuela de aviación, confirmó que al momento del siniestro Cerreia Varale le estaba tomando examen a Rodríguez Montenegro en el día en el que recibiría su licencia oficial de piloto privado.
“La ANAC es el organismo que toma los exámenes. El inspector tomó un examen más temprano y cuando estaba con el segundo, ocurrió esta tragedia. El avión se descolgó, entró en pérdida e impactó con el motor en marcha, aparentemente sin desperfectos técnicos” explicó Tonelli.
El titular de la escuela agregó que posiblemente en el momento de la caída “el inspector estaba tomando prácticas de emergencia. Esto es algo normal en los exámenes, el inspector va a haciendo preguntas, le hace hacer distintas maniobras y en un momento le reduce la potencia al motor para ver cómo reacciona el alumno. Si el alumno toma una determinación incorrecta, el inspector lo corrige. Evidentemente en este caso uno puede especular que el avión entró en una situación de la que el alumno no lo pudo sacar. Cuando entró en pérdida no tuvo tiempo de acomodarlo”, detalló.
Si bien subrayó que “las causas del accidente las determinará formalmente la Junta”, consideró que priori todo apuntaría a una falla humana. “Hay testigos de que el avión se cayó con motor encendido”, remarcó. “Puede suceder que el motor se detenga, eso puede pasar porque son fierros, pero si se para el motor en vuelo, podés aterrizar perfectamente en un campo. Acá ocurrió otra cosa. El avión cayó en vertical a raíz de una pérdida de sustentación y una pérdida de control”.
El director de la academia descartó la influencia de factores meteorológicos. “Las condiciones de visibilidad, vientos y de presión atmosférica era inmejorables para volar”.
El alumno víctima del siniestro ya contaba con 40 horas de vuelo (la cantidad mínima que se requiere para diplomarse), que ya había volado solo y que esta mañana, antes de dar el examen, también voló solo, un requerimiento que es obligatorio en los momentos previos al examen.
La aeronave siniestrada es un ultraligero Tecnam P2002 biplaza del año 2014, matrícula matrícula LV 5008, cuyo motor fue remplazado en dos oportunidades al cumplir 2 mil horas de vuelo. El motor actual, según Tonelli, tenía 500 horas de uso.
En el lugar del impacto se encuentran trabajando la fiscal Norma Pippo y los técnicos de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST, ex JIAAC), que en las próximas 48 horas darán un informe oficial preliminar. Hasta el momento no se confirmó oficialmene el nombre de las víctimas ya que los cuerpos se encuentran carbonizados por lo que la identificación podría demorar algunas horas.
Pippo quedó a cargo de la causa, provisoriamente caratulada “Doble homicidio culposo”. Mientras que la UFI investigará si existen responsabilidades penales en el siniestro, la JST se abocará a las causas técnicas.
“Las hipótesis son una falla mecánica o una mala coordinación de las maniobras. Hay testigos que vieron al avión volando a muy baja altura, sobre la ruta, con movimientos oscilantes. La gente de la escuela pensó que eran maniobras para verificar la reacción del alumno en situaciones de emergencia, pero no está claro si fue realmente así” dijo Pippo a InfoCañuelas.
La aeronave que se estrelló hoy es igual a la que cayó en enero de 2020, provocando la muerte del estudiante colombiano Cristian Anzola y el instructor Facundo Zubiría. También en ese caso la caída del avión se produjo por una pérdida de control, según informó la Junta de Investigación para la Seguridad Aérea (JIAAC) en su informe preliminar.
(Info Cañuelas)