Una nueva edición de la fiesta nacional de Francia, en la que se conmemora la toma de la Bastilla y la Fiesta Nacional, dejó un saldo de alrededor de 250 vehículos quemados y 96 detenidos.
Pese a lo impactante de la estadística, hubo un 40% menos de autos incendiados que el año pasado. Incluso el ministro del Interior, Gérald Darmanin, destacó que estas cifras representan una "baja importante" de los daños materiales y subrayó la labor realizada por las "fuerzas del orden, a su presencia y a sus cuantiosos controles preventivos efectuados".
En total, fueron 45.000 los policías y miembros de Gendarmería que salieron a la calle la noche previa y la posterior al 14 de julio, resultando siete de ellos heridos cuando el año pasado habían sido 21.
Ante el riesgo de que pudiera producirse un nuevo estallido, como el de los disturbios que se prolongaron durante una semana tras la muerte de un joven en la ciudad de Nanterre por un tiro policial cuando trataba de evadir un control, Darmanin había decidido un despliegue masivo de agentes por la fiesta nacional del 14 de julio.
Desde el 27 de junio y el inicio de los disturbios en barrios populares de varias ciudades francesas, la policía había requisado unos 165.000 morteros, los fuegos de artificio más temidos en esos ataques.
Las celebraciones del 14 de julio tradicionalmente terminan con fuegos artificiales. Los más populares son los de la torre Eiffel de París, que presenciaron en la calle decenas de miles de personas en los alrededores. En la capital francesa y en su periferia se habían movilizado 10.000 policías y gendarmes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, destacó el "compromiso de los hombres y mujeres en la defensa de sus conciudadanos", en un mensaje por el Día Nacional de Francia, que el país celebró con el tradicional desfile militar en los Campos Elíseos de París.
"Hay cosas por las que vale la pena comprometerse y luchar. Soldados, marineros, aviadores. Su compromiso es un tesoro. Confianza y orgullo de patria", afirmó Macron en un mensaje en su cuenta de la red Twitter, un día después de haber destacado que el ideal de justicia francés es digno de ser defendido.
Bajo los eslóganes a favor del "compromiso" y la "moral de la fuerza", miles de militares desfilaron ante Macron, que rescató que la "grandeza de los valores que estructuran los ejércitos" radica en esa entrega a nivel individual.
Su mensaje incluyó un agradecimiento al primer ministro de India, Narendra Modi, por su presencia en París. India fue el "invitado de honor este año" en los festejos.
"Se trata de un gigante de la historia y tiene un papel fundamental de cara al futuro", aseveró el mandatario local, que consideró a India "un aliado estratégico y un amigo". Los dos líderes se dieron un abrazo minutos antes de que un contingente de las Fuerzas Armadas del país asiático participara también en el desfile por el Día de la Bastilla.
(Fuente: Diario Popular)