Todo lo bueno se termina, llega a su fin. Después de disfrutar las fiestas y las tan anheladas vacaciones es inevitable enfrentarnos al regreso al trabajo. Volver a la rutina es un proceso difícil que muchas veces necesita de un período de readaptación cuando pasamos repentinamente de la playa a la oficina.
El soft landing implica regresar al trabajo de manera gradual y cuidadosa, de modo que la adaptación a las responsabilidades laborales sea menos abrupta, una práctica clave en estas épocas del año.
En ese contexto, Adecco Argentina, filial de la empresa líder en el mundo en consultoría integral de Recursos Humanos, presenta una serie de consejos para facilitar la transición de regreso al trabajo después de las vacaciones, con el objetivo de preservar y promover la salud mental de los trabajadores.
1- Organización pre-licencia. Antes de emprender las vacaciones es fundamental dejar todo organizado con antelación para no verse abrumado al regreso. En el caso de fijar reuniones o eventos es recomendable que se organicen en la semana posterior a la reincorporación. Planificar el seguimiento de las tareas y delegar al equipo de trabajo es esencial para que la vuelta a la oficina sea lo más tranquila posible.
Una vez de vuelta en la rutina se aconseja:
2- Período de readaptación. Al regreso de unas vacaciones es recomendable tener unos días en casa antes de volver a la vorágine laboral. No sólo pensar en desarmar las valijas, sino también en reorganizar los horarios, hábitos y el resto de las tareas que quedaron en pausa.
3- Organizar prioridades. Luego de la reincorporación es fundamental organizar las tareas y darles un orden de importancia y prioridad. Lo ideal es empezar con los asuntos más urgentes, que requieren solución inmediata, y luego con los demás para no sentirse abrumado.
4- Reducción de tareas. Una buena práctica es reducir el caudal de tareas en la primera semana de trabajo. De esta manera, ponerse al día resulta mucho más sencillo y la reincorporación se vuelve más gradual y menos abrumadora.
5- Disfrutar antes y después del horario laboral. Los momentos de ocio son necesarios en la vida de cualquier persona. Ese espacio para desconectar no solo es clave para volver con energías renovadas, sino también para dar lugar a la creatividad. Adoptar costumbres o pequeños hábitos que suelen ocurrir exclusivamente en periodos de vacaciones en la rutina laboral puede ser un ejercicio interesante. Estas actividades pueden ir desde desayunar leyendo una revista o libro interesante, hasta realizar actividad física antes o después del trabajo, según los intereses de cada persona.
6- Aprovechar el fin de semana. Para eludir el estrés y el desgaste laboral, lo ideal es evitar tener períodos extensos sin vacaciones. Aprovechar los fines de semana para poder hacer una escapada o pasar tiempo al aire libre es de gran ayuda para desconectar de las obligaciones y responsabilidades de la semana laboral.
El retorno a la rutina puede ser desafiante, pero con una planificación adecuada y la adopción de prácticas como el soft landing, es posible facilitar la transición.