La justicia condenó de pagar una millonaria cifra a la mujer de Puerto Madryn a la cual le extirparon el riñón equivocado. Los condenados son dos médicos y la obra social, se acuerdo al fallo de la jueza María Laura Ragoni, titular del Juzgado Civil 89 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según el fallo al que tuvo acceso Red43 los médicos Jorge Héctor Breser, Martín Piana y la obra social OSDE y el Sanatorio de la Ciudad de Puerto Madryn deberán abonarle a Aída Suhurt la suma importante de pesos en el plazo de diez días, con intereses. El fallo tiene fecha del jueves pasado, 14 de mayo de 2024. También la jueza “hace extensiva la condena a las aseguradoras.
En la parte resolutoria la jueza dice “admito parcialmente la demanda interpuesta contra Jorge Héctor Breser, Martín Piana, OSDE y Sanatorio de la Ciudad SRL. En consecuencia, los condeno a pagarle a Aída Suhurt la suma millonaria en el plazo de 10 días con sus intereses”. Agrega que “hago extensiva la condena a las aseguradoras, en la medida del seguro cuyas pautas de actualización podrán discutirse y decidirse-en su caso-al momento de la ejecución”. El fallo es en primera instancia por lo cual se estima que los condenados podrán recurrir al recurso de la apelación. La demanda estuvo a cargo del estudio del abogado Nicolás Schick.
En julio de 2023 Red43 daba a conocer en exclusiva la historia de Aída Suhurt la que se convirtió en un calvario tras ser operada en el “Clínica de la Ciudad” de Puerto Madryn. Tenía entonces 61 años Ingresó en un mundo al que nunca imaginó tras una vida de trabajo y energía junto a su marido y su hijo. Ingresó en un laberinto donde la tristeza, la depresión y el temor no la dejan salir. El motivo de este cambio es tan claro como terrible: le extirparon el riñón equivocado. Esto es: le detectaron un tumor en el riñón izquierdo pero en el quirófano se equivocaron y le extirparon el derecho. Fue el 27 de abril de 2017 cuando ingresó al Sanatorio de la Ciudad de Puerto Madryn para realizarse una nefrectiomía (operación quirúrgica en la que se extirpa total o parcialmente un riñón) según consta en el consentimiento que ella misma firmó y a documentos al que tuvo acceso este medio.
“A la señora Suhurt se le efectuaron dos operaciones separadas. Evidentemente la cirugía del riñón derecho fue una grave imprudencia al operar el órgano sano lo que motivó un doble acceso quirúrgico y la absurda justificación del procedimiento para enmendar el error cometido. No existía tumor renal del lado derecho, no se intentó reimplantar el órgano inmediatamente cuando los médicos advirtieron el error”, le dijo a Red43 Nicolás Schick, abogado que lleva adelante las acciones legales que inició la familia.
Aída vive junto a su esposo José Lázaro y su hijo Camilo en la ciudad de Puerto Madryn. Alli tienen un comercio en el que los tres trabajaban antes de que ocurriera el hecho. Lidia y su marido, ya jubilados intentaron con ese emprendimiento poder tener un mayor respiro económico. Y en parte, lo habían logrado. Aída debió abandonar toda tarea. Tras la operación sufrió daños anatómicos, funcionales, estéticos y psicológicos que afectaron su capacidad laboral y le impide desarrollar todo tipo de las actividades. Los informes de los peritos dicen además que se produjo la pérdida de la armonía corporal al extraer un riñón sin alteraciones y que funcionaba normalmente.
En diálogo con Red43, Camilo el hijo de la mujer dijo que “fue más que un baldazo de agua fría. Fue una violación, una violación a la confianza. Se nos complicó la vida, perdimos los sueños. Ahora tenemos que pensar en cuidarla, en los controles, en los medicamentos. Está con controles muy estrictos y muy deprimida cuando se entera de algunos casos que ocurren a nivel nacional y que son semejantes”.
Camilo agregó que “mi mamá era una persona activa, cuidaba su cabello, trabajaba todo el tiempo. Y ahora solo tiene depresión que cada vez es más grande. Además tiene negación en hacerse atender por los médicos. No confía. Es que de golpe, la persona que vos confías te tira a una camilla como a un cerdo que van a carnear y sale este resultado. Acá hubo un grave error pero también hay un pacto de silencio entre los que intervinieron para defenderse hasta las últimas consecuencias”.
Y agregó: “Lo que puedo decir es que entregué la vida de mi vieja a la persona que conocía creyendo que era lo más conveniente y en vez de resolver un problema generó otro más grave. ¿Sabes una cosa? El tipo (por el médico) me aseguró en un mensaje de texto: “Tu vieja se va a morir de cualquier cosa menos de esto”. Después de la operación le pregunté que había pasado en el quirófano, pero no tuvo los huevos de decirme la verdad. Esto no es joda. Entregas a tu madre a una persona y te la devuelven casi en coma. Me quisieron hacer creer que durante la operación vieron un tumor en el otro riñón. Y el médico forense me dijo que es imposible que puedan verlo. Asi que además te toman por pelotudo”.
Para el abogado Schick los doctores Héctor Bresser y Martín Piana, intervinientes en distintos procesos de la intervención han cometido “una mala praxis médica” y son “sin lugar a dudas los máximos responsables y deberán responder por los actos propios”.
Esto es parte de lo que en su momento reprodujo este medio. La noticia trascendió a nivel nacional y ahora casi un año después de conocerse, la justicia dio su fallo. Un resarcimiento que seguramente no curará los dolores que Aída sufrió en su cuerpo y en su alma. Pero la ayudará a vivir un poco mejor.
(Fuente: Red 43)