Comer en un restaurante es un acto de fe. Fe en que los platos tienen los ingredientes que la carta afirma que tienen y en que el cocinero no pasa por un mal día y ha decidido incluir efluvios corporales de su propiedad dentro de la receta. Comer en un restaurante es, pues, un contrato social entre la empresa y sus clientes, y cuando se rompe —a veces por culpa de los propios clientes— normalmente estalla la indignación.
Es lo que ha ocurrido ahora en China —uno de los países con peor fama en cuanto a los supuestos ingredientes inconfesables que incluye en sus comidas—, en una prestigiosa cadena de comida. La ciudad es Shanghái, y el lugar, una de las sucursales de Haidilao, un establecimiento especializado en fondue. La clave de este plato original de la zona de los Alpes, y que consiste simplemente en sumergir alimentos como carne en líquidos calientes como queso o chocolate derretido, está en el caldo. Y Haidilao —que en 2020, en plena pandemia, estuvo a punto de desembarcar en la Gran Vía de Madrid— es famoso por sus caldos. Uno de ellos, sin embargo, acaba de pasar a la fama por otros motivos.
Todo empezó con un vídeo. La grabación, realizada en la noche del 23 al 24 de febrero, muestra a “dos hombres, después de su comida, orinando en una olla de fondue en una sala privada de una sucursal de Haidilao en Shanghái”, según ha reconocido la compañía en un comunicado. La empresa expresó sus “más sinceras disculpas” y anunció el inicio de acciones legales contra los hombres. “La dirección no había establecido planes de emergencia ni proporcionado formación para afrontar este tipo de situaciones, por lo que el personal de nuestra sucursal no pudo detectar esta situación anormal ni garantizar la seguridad del establecimiento”, ha añadido Haidilao.
Ingredientes frescos y caldo sabroso
Haidilao es apreciado en China por sus ingredientes frescos, su ‘sabroso’ caldo y su servicio atento, comenta la agencia AFP. En los últimos años, ha expandido su presencia a nivel internacional y ya tiene locales en Estados Unidos, Japón, Reino Unido y otros países. Sin embargo, su disculpa no fue bien recibida en la red social Weibo, donde los usuarios han acusado a la empresa de haber tardado semanas en reconocer el incidente. “¿Dónde estaba esta disculpa al principio? ¿No habría sido mejor decir esto desde el inicio?”, cuestionó un comentario. Otros criticaron un comunicado anterior, aparentemente eliminado, en el que la empresa culpaba a “difusores de información malintencionados” de dañar su reputación.
Ahora, la cadena ha prometido reembolsar íntegramente las 4.109 cuentas pagadas por los clientes de esta sucursal entre el 24 de febrero y el 8 de marzo. Además, pagará diez veces el importe de cada comida. El coste total para la empresa, según cálculos de la agencia AFP, puede superar el millón de euros. En un comunicado aparte, la policía de Shanghái informó que ha localizado a los sospechosos de esta incontinencia urinaria: dos adolescentes de 17 años que ya han sido puestos en “detención administrativa”. En China, la edad de responsabilidad penal es de 16 años para la mayoría de los delitos, aunque puede reducirse hasta los 12 en casos graves como el homicidio. Se desconoce, finalmente, si alguien elogió el sabor de la fondue durante esa noche. (EFE)