Un dramático momento vivió Marisol Blanco, vecina del barrio Distrito Vecinal Noroeste de la ciudad rionegrina de Cipoletti al encontrarse a su cachorrita de cuatro meses muerta tras haber sido despedazada por dos perros de un vecino que vive a sólo una cuadra.
Según relató la dueña de casa, ella se encontraba regando la vereda cuando vio venir a los dos canes a toda velocidad y si bien reaccionó para intentar cerrar la puerta, no lo hizo a tiempo y se metieron dentro de su vivienda.
Cuando fue a ver lo que pasaba, llegó a la cocina y se encontró con el peor panorama. Su caniche estaba totalmente desagarrado y alrededor había un gran charco de sangre. La única buena noticia fue que otras de sus mascotas, madre de la fallecida, se llegó a esconder en un recoveco y así logró salvar su vida.
"Que los dueños paguen por lo que hicieron sus perros, que vayan presos o hagan trabajos comunitarios", pidió Marisol, quien le solicitó a la Municipalidad que tenga en cuentra la brutalidad del hecho y que le prohíba que los saquen a la calle.
En la calle 523, donde la vecina denunciante tiene domicilio, reiteradas veces fue testigo de los ataques cometidos por estos animales. Incluso, en alguna oportunidad intervino para calmarlos.
"Era como si fuese mi bebé, yo me había aferrado mucho a ella", dijo la joven.
El hecho ocurrió el martes pasado, a raíz de lo cual Marisol radicó una denuncia en la subcomisaría 79.
"Desde entonces no puedo dormir, tengo pesadillas. Anoche tuve que tomar un tranquilizante de la impotencia que tengo, al no poder salvarla. Ella era mii única compañía, y su mamá (Luna)", confesó.
La damnificada contó que su vecino ingresó a su domicilio para tratar de ayudarla. "Vino, entró y trató de ayudar, pero sus perros tenían arrinconada a mi perrita y no pudo hacer nada. Hasta que la mataron, no pararon. Son perros asesinos, que salen a cazar", cerró.
(Fuente: Crónica)