Un hecho que ocurrió durante unas vacaciones familiares sorprendió a todos en Estados Unidos. En un centro turístico de Carolina del Sur, una familia demandó que su niño de tres años sufrió graves quemaduras luego de nadar en la piscina del lugar, por lo que se exigió una compensación millonaria. Tras la demanda, una investigación descubrió deficiencias del hotel y la Justicia hizo lugar al reclamo.
El bufete de abogados de la familia, Trial Lawyers of Justice, asegura que las lesiones del pequeño Ashtyn Douglas fueron causadas debido a que la piscina tenía niveles de cloro peligrosos e ilegalmente altos. "Seguramente el complejo se veía hermoso, pero lo que había en el agua no solo era peligroso, sino ilegal", aseguró el abogado Nicholas Rowley en una declaración que reprodujo New Nation Now.
La familia no se percató de los primeros síntomas del pequeño hasta que dejó el complejo y regresó a casa. Con el correr de las horas, su condición empeoró, por lo que decidieron llevarlo al pediatra a la mañana siguiente. El menor estuvo ingresado en el hospital durante una semana donde trataron sus quemaduras y luego tuvieron que realizar un procedimiento para eliminar el tejido muerto de las heridas.
La gravedad del caso motivó que posteriormente el niño fuera admitido en el Centro de Quemados de la Universidad de Carolina del Norte, en donde fue tratado durante una semana. Debido a lo anterior, el centro turístico deberá pagar US$ 26.000.000 para resolver la demanda federal presentada en su contra. Aunque la resolución se conoció en las últimas horas, el incidente ocurrió en 2020, durante el fin de semana del Memorial Day cuando la familia visitaba el Caribbean Resort de Myrtle Beach, operado por Brittain Resorts.
El centro vacacional de Estados Unidos falsificó los registros de cloro en su piscina
Además de los daños causados al menor, la razón por la cual la indemnización fue tan alta es que en los registros quedó asentado que los de niveles de cloro proporcionados al Departamento de Control Ambiental de Carolina del Sur habían sido falsificados.
Y es que, después de que pasaron por la difícil situación, la familia de Ashtyn se comunicó con el Departamento de Salud y Control Ambiental de Carolina del Sur sospechando que las quemaduras de su hijo se debían a la exposición a niveles elevados de químicos en la piscina del hotel. Tras la denuncia a las autoridades decidieron cerrar la piscina y tomar pruebas para comprobar los niveles de cloro y descubrieron que efectivamente presentaba niveles peligrosamente altos.
Sin embargo, la compañía no quiso hacerse responsable debido a que en sus registros se mostraba que los niveles de cloro eran normales en los dos días en que el niño estuvo hospedado. No obstante, una investigación reveló que un empleado completó datos en días en los que no se presentó a trabajar, incluido uno en el que el niño sufrió el accidente.
Los abogados argumentaron que tanto la empresa como su compañía de seguros se negaron a llegar a un acuerdo y aceptar la responsabilidad por lo que había sucedido con el menor. "La conducta y el desprecio imprudente por los derechos y la seguridad de los niños y sus familias en este complejo fue atroz", declaró el letrado Rowley. (El Tiempo)