En la mira por mala praxis

Por una denuncia de mala praxis en el Sanatorio Luz Médica, personal del Ministerio Público Fiscal realizó una inspección en el lugar; buscan determinar dónde se originó el foco de infección que ya provocó seis muertes.



El Sanatorio Luz Médica, donde se originó el brote de neumonía por legionella que hasta el momento causó seis muertes y al menos 22 contagios, está en la mira de la Justicia provincial.

Con un gran despliegue, que incluyó el uso de drones, personal del Ministerio Público Fiscal (MPF) estuvo en la clínica, ubicada en Marcos Paz al 900 de esta capital, para concretar un operativo de inspección y relevamiento para ver las condiciones edilicias y sanitarias de la institución. Expertos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) realizaron las actuaciones, que incluyó la inspección de los tanques de agua y el sistema de refrigeración central, donde se sospecha podría concentrarse el foco infeccioso que desencadenó los contagios.

Las actuaciones, encabezadas por el fiscal Pedro Gallo, forman parte de la causa iniciada por una denuncia por mala praxis que presentaron contra la clínica familiares de una de los pacientes fallecidos durante el brote. Se trata de Victoria Margarita Zerda, de 70 años, que murió el 1° pasado por un cuadro de neumonía bilateral ocasionado por la bacteria legionella. La mujer, que es considerada por las autoridades sanitarias como “la paciente cero del foco infeccioso”, se infectó en el sanatorio, donde había sido sometida a una operación de vesícula, que derivó en complicaciones. Según sus familiares, murió como consecuencia de una mala praxis médica durante la operación.

“Estamos haciendo una medida de inspección y de relevamiento en Luz Médica por una denuncia de mala praxis que tiene como víctima a una paciente de apellido Zerda, en una causa que tiene carátula de homicidio culposo”, explicó el fiscal Gallo. Y aclaró. “El resultado del análisis de todas las medidas que se están realizando determinará el rumbo de la investigación, para saber si hay otras víctimas o no y establecer si hay alguna responsabilidad penal o no”.

Además, el fiscal dijo que no se trató de un allanamiento, ya que la medida no se ejecutó con la fuerza pública ni mediando una orden judicial, sino que se concretó con la conformidad de los representantes legales del sanatorio. “Están colaborando en todos los requerimientos. Esta inspección se realiza con toda la estructura y recursos del MPF, de manera articulada con el Sistema Provincial de Salud”, agregó.

Paralelamente a las actuaciones judiciales, las autoridades sanitarias realizan en el sanatorio inspecciones de muestreo para tratar de determinar el origen del foco infeccioso que habría desencadenado los contagios. A propósito, el fiscal sostuvo: “Las tareas de muestreo son un trabajo científico que está a cargo del Sistema Provincial de Salud, mientras que el MPF está realizando una inspección amplia en el lugar con especialistas, estudios planimétricos y relevamientos topográficos, en búsqueda de información que pueda ser de interés para la investigación”.


“La paciente cero”

El 18 de agosto pasado, Victoria Margarita Zerda había concurrido a la clínica para someterse a una cirugía programada por cálculos y piedras en la vesícula. La intervención, realizada con el método de laparoscopía, se complicó, y Zerda estuvo cinco horas en el quirófano. La paciente se descompensó y volvieron a operarla otras dos veces. Dos días después, comenzó a tener problemas para respirar: ya cursaba un cuadro de neumonía.  Después de dos semanas de internación, falleció el jueves pasado y se convirtió en la tercera víctima mortal del brote de la enfermedad cuyo origen, para ese entonces, todavía era desconocido.

René Zerda, su hermano, criticó el trabajo de los médicos de la institución e hizo referencia a una mala praxis en la operación de vesícula. Contó que su hermana estaba con asistencia respiratoria mecánica desde hacía 13 días, cuando fue internada en terapia intensiva luego de tres operaciones. “Ella ingresó por una cirugía de vesícula y cuando se cumplió la primera, que duró cinco horas, le hicieron dos más y la última fue la cirugía convencional. Al segundo día los pulmones comenzaron a fallar y le colocaron la respiración mecánica pero no soportó más porque los pulmones estaban destruidos”, señaló.

Según Zerda, “si la primera cirugía hubiera salido bien, ya al segundo día tendría que haber estado en la casa. Lo que pasa es que el doctor que hizo la primera falló y por eso tuvieron que hacer dos más”, expuso en declaraciones a LN+. Y afirmó que eso derivó en el contagio que le provocó el cuadro de neumonía bilateral.

(Fuente: La Nación)