Han pasado 13 días desde que los médicos del Sanatorio Juan XXIII declararon la muerte de Valentín, un niño de 4 años que murió tras ser intervenido quirúrgicamente en la clínica privada. La investigación inició por presunta mala praxis, ahora la causa que fue caratulada como un homicidio culposo.
Su mamá, Ariana Toledo dialogó con radio AM550 sobre cómo avanza la investigación. Según comunicó, lograron obtener los resultados de la autopsia que arrojó que la causa de la muerte fue una hipoxia, es decir, falta de oxígeno en el cerebro.
Ahora la causa ya está caratulada como homicidio culposo. “Yo sigo pensando que mi hijo no puede haber llevado una hipoxia sin la responsabilidad de alguien. Mi hijo estaba bajo anestesia, alguien tenía que estar controlando cómo él respiraba”, expresó su mamá.
Otro de los datos que surgieron es que el quirófano en el que estaba el niño no poseía un desfibrilador, por lo que ante la alerta tuvieron que salir a buscar uno.
El 11 de julio Valentín había ingresado al sanatorio Juan XXIII para una cirugía programada de hernia de diafragma. Ariana comunicó que “todos los estudios prequirúrgicos dieron excelente y que aquel día le dijeron que espere en la sala porque él volvía a la sala en una hora y media no más”. Sin embargo, eso no pasó y Valentín no regresó.
“La cirugía terminó tardando el doble de tiempo y cuando llegó el médico a la sala me dijo que mi hijo había tenido un poco de bradicardia, y que por protocolo iba a ser pasado a terapia. Ya después, lo próximo que hablo es con los doctores de la terapia que me explicaron con lo que yo me iba a encontrar: mi hijo sedado, mi hijo lleno de tubos, de cables, sondas, drenaje”, manifestó.
Los días pasaban y para los médicos se trataba de un mal despertar por la anestesia. El viernes un anestesista se acercó y le dijo “no mami tu hijo no hizo un poco de bradicardia, hizo paro, por eso la hipoxia”. Recién el jueves 18 los médicos declararon la muerte del niño.
Según manifestó la mamá del niño, el cirujano que lo intervino los siete días que Valentín estuvo en terapia, solo repetía “no sé qué pasó, no sé qué pasó, mi cirugía está perfecta, no sé qué pasó fueron las únicas palabras que él dijo”. (Mejor Informado)