Un joven que conducía con un alto porcentaje de alcohol en sangre protagonizó este sábado un raid de velocidad y choques a lo largo de unas 10 cuadras en el barrio porteño de Palermo, que finalizó cuando el automóvil que conducía subió a la vereda y terminó incrustado en el portal de ingreso a un edificio.
Todo ocurrió en horas de la mañana de este sábado sobre Avenida del Libertador. Según aseguraron fuentes policiales a Clarín, un Chevrolet Onix blanco, que era conducido por un joven identificado como Franco Margani Pace (25), chocó primero a la altura del cruce con avenida Dorrego contra otro automóvil de la misma marca y modelo, y no se detuvo.
Con un andar zigzagueante y peligroso, el Onix siguió avanzando por entre los pocos autos que circulaban a esa hora temprana de la mañana, pero al llegar a la esquina de Ugarteche no pudo evitar volver a chocar, en este caso a un Fiat Cronos.
Este segundo choque provocó que el auto terminara subiendo a la ancha vereda parquizada del costado derecho de la avenida y, tras golpear repetidamente contra varios frentes de edificios, acabó incrustándose contra la entrada de uno de ellos con la trompa destrozada.
"No pude verlo pero lo escuché. Estaba adentro haciendo las tareas del edificio cuando escuché un derrape y después una explosión. Me arrimé a la puerta para ver y lo tenía al auto metido casi adentro del hall de entrada. Tuve que salir por la puerta del garaje, y ahí vi al conductor del auto que se iba. Lo tuvo que parar una persona hasta que llegó la policía", relató el encargado del edificio de Avenida del Libertador al 2700, donde terminó el auto.
"Había gente que estaba nerviosa y lo quería agredir, así que la policía trató de protegerlo. Lo que sí, el chico estaba casi sin sentido, creo que no entendía lo que había hecho. Se acercó a mí para pedirme disculpas por todo lo que había pasado y se le sentía el olor a alcohol", agregó el encargado.
La sospecha del encargado quedó ratificada por el personal del SAME, que verificó que el joven conductor estaba en estado de ebriedad con 2,01 gramos de alcohol por litro de sangre.
Los conductores de los otros vehículos chocados resultaron ilesos. Según pudo saber Clarín, el joven fue imputado por lesiones culposas y no contaba con antecedentes previos. (Fuente: Clarin)