La Justicia pide por seguros "claros y no técnicos"

El tribunal remarcó que los modelos de pólizas que se utilizan actualmente resultan “poco entendibles” para los usuarios y que “cuentan con un formato de difícil lectura, aburrido y tedioso”.



El Juzgado en lo Civil, Comercial y Familia de 2° Nominación de la ciudad de Río Tercero exhortó a la Superintendencia de Seguros de la Nación a que ordene a las compañías de seguros la implementación de pólizas “que se emitan en lenguaje claro y no técnico; y en un formato que resulte agradable y atractivo para el lector (tipografía, diseño, tipo de papel, color, etc.) a fin de garantizar que todos los usuarios tengan completa y real comprensión de lo que contratan”.

La jueza Silvana Asnal también instó al ente nacional a que disponga la implementación de pólizas que sean “accesibles para personas con discapacidades permanentes o transitorias, adultos mayores, personas extranjeras, personas con escasa escolarización, etc.”.

La magistrada formuló estas exhortaciones en una sentencia que rechazó una demanda por cumplimiento de contrato y daño punitivo en contra de una compañía de seguros. Si bien el tribunal consideró que la firma demandada no incurrió en ningún incumplimiento, estimó conveniente instarla a que adopte medidas efectivas para que sus clientes tengan acceso a información clara, precisa y detallada sobre los productos que contratan.

La jueza Asnal también señaló que los agentes productores de seguros no solo deben informar sobre los beneficios del seguro, sino también aquellas cláusulas que puedan, en el futuro, perjudicar al asegurado. Por ejemplo, las exclusiones de coberturas contenidas en la pólizas, las consecuencias del no pago o pago atrasado de la prima, las consecuencias de la falta de información hacia la aseguradora o su falsificación, entre otras.

En la sentencia, la magistrada subrayó que los modelos de pólizas que actualmente se utilizan no solo resultan “poco entendibles” para la mayoría de los usuarios, sino que “cuentan con un formato de difícil lectura, aburrido (por el tipo de letras que usualmente se utilizan) y tedioso (por el contenido y su extensión)”.

“Los jueces estamos obligados a utilizar lenguaje claro y llano, de manera que –no solo los abogados- sino los propios justiciables puedan leer y entender nuestras resoluciones. Entiendo que dicha obligación puede (y debe) hacerse extensiva a las compañías de seguro, a fin de garantizar que todos los usuarios tengan completa y real comprensión de lo que contratan”, enfatizó.

(Fuente: El Periódico)