En un informe sobre daños económicos productivos actualizado al 16 de febrero y publicado este miércoles, se detallaron las pérdidas actuales y a corto plazo de las cinco principales cadenas productivas de Corrientes: arroz, citricultura, forestación, yerba mate y ganadería. En cuanto al arroz, se perdió un 25% de la producción total de la provincia, lo que representa 200 millones de toneladas menos de arroz y $4.968 millones de pérdida. Si no llueve en los próximos días, el monto aumentará: el 65% del arroz sembrado en Corrientes se hace con agua de represa y las mismas están con baja o nula reserva, con lo cual y si las lluvias no aparecen, peligra la próxima campaña.
Con respecto a la citricultura, la provincia cuenta con 30.000 hectáreas de citrus aproximadamente, distribuida en dos cuencas: la zona de Bella Vista, Concepción y Mburucuyá, con plantaciones mayoritarias de limón y la de Monte Caseros y Mocoretá, con citrus dulce.
En la primera zona, se estima un 50% de pérdida de la fruta de esta cosecha, con un valor de $1.800 millones y otros $200 millones de la cosecha de otoño/invierno.
En el segundo sector, que sufrió un menor impacto por tener un mejor registro pluviométrico, la fruta se deberá vender a menor valor, que pasará de $20 el kilo a $6 el kilo, por lo que la pérdida es de $240 millones.
Además calculan una pérdida de $611 millones para la zafra 2022 y de $364 millones para la del 2023.
En el caso de la forestación, las estimaciones oficiales indican que se quemaron cerca de 31.265 hectáreas, pero como el 18 de febrero se produjeron grandes incendios entre los departamentos de Ituzaingó y Santo Tomé, consultores privados estiman una cifra total perdida a esa fecha de 39.665 hectáreas.
Se calculan $19.200 millones de pérdida, $5.950 millones de costo de recomponer las hectáreas quemadas por el fuego y $2.240 millones de pérdida en el subsector forestal, relacionado a la actividad de resinado.
Respecto del sector yerbatero, Corrientes posee unas 60.000 hectáreas cultivadas, un 30% del total nacional. Se estima un 50% de pérdida de producción, lo que equivale a $3.800 millones perdidos.
También se calculan $1.040 millones de costo de recomponer las hectáreas perdidas debido a la mortandad de plantas por sequía y altas temperaturas y, finalmente, $832 millones de pesos como costo adicional y complementario de implantación de las hectáreas perdidas: es decir, el total que se deberá invertir en los próximos cuatro años posteriores a la implantación inicial.
Por último, el sector ganadero tendrá una pérdida $12.678 millones en kilogramos totales de carne, $10.422 millones por la mortandad en el invierno y $4.711 millones en alambrados quemados e infraestructura.
(Fuente: El Litoral)