La popular Ford F-150 fue llamada a un recall de revisión masivo que afecta a más de 800.000 unidades en Estados Unidos. Dicho llamado aborda un riesgo crítico que implica la activación inesperada del freno de estacionamiento eléctrico trasero, que podría crear situaciones peligrosas, especialmente si el vehículo está en movimiento.
Este llamado a revisión, que pone en el ojo de la tormenta a los desafíos que enfrentan los fabricantes con los más avanzados componentes electrónicos en su vehículos más modernos, se aplica a los modelos Ford F-150 fabricados entre 2021 y 2023, siendo dos años en que la Serie F de la marca del óvalo recibió diversos cambios en su gama y versiones.
Aunque la Ford F-150 sigue siendo líder dentro del segmento de pick ups full size en Norteamérica, cada vez son más los problemas de calidad y seguridad que van apareciendo en diversas unidades, lo que genera importantes impactos financieros y de reputación para la marca de Detroit.
¿Por qué la Ford F-150 se frena sola?
El inconveniente se origina por un desgaste prematuro del mazo de cables ubicado en el eje trasero, que puede provocar la activación involuntaria del freno de estacionamiento eléctrico. Los vehículos afectados están equipados con un sistema de escape de un solo tubo, identificado como un factor clave en la vulnerabilidad del cableado. “La fricción continua entre la carcasa del eje trasero y el mazo de cables puede desgastar el aislamiento protector del circuito”, señalaron desde Ford.
Con el tiempo, esta fricción deja expuesto el cableado de cobre dentro del arnés, lo que puede provocar un contacto con la carcasa metálica del eje. Cuando esto ocurre, los circuitos pueden desconectarse a tierra, lo que activa el freno de estacionamiento eléctrico sin que el conductor deba hacer nada, incluso cuando la Ford F-150 está en movimiento.
Según la compañía estadounidense, se estima que, aunque el retiro del mercado cubre más de 870.000 unidades, se espera que solo alrededor del 1% de las pick ups afectadas presenten el defecto. Sin embargo, esto sigue representando un riesgo significativo para los propietarios.
Para garantizar la seguridad de los conductores, Ford ya notificó a los propietarios de los vehículos afectados a lo largo del mes pasado y lo seguirá haciendo en octubre. De esta manera, los dueños recibirán notificaciones por correo con instrucciones para llevar sus vehículos a un concesionario autorizado para su inspección y, de ser necesario, su reparación.
Según detallaron en un comunicado, los concesionarios inspeccionarán el mazo de cables del eje trasero para evaluar si muestra algún signo de desgaste. Si se detecta que la cinta protectora que cubre el cableado está dañada, se reemplazará el mazo por uno nuevo. Si no se detecta ningún daño, el concesionario instalará una correa protectora y aplicará capas adicionales de cinta para evitar un desgaste futuro. Todo sin costo alguno.
Para mala suerte de la Ford F-150, la pick up ya recibió 918 reclamos de garantía relacionadas con este defecto, siendo 299 de ellas parte de un incidente. Además, en 19 de estos casos el freno se activó mientras la pick up estaba en movimiento, lo que podría haber provocado accidentes graves. Afortunadamente, Ford informó de que no se produjeron accidentes ni heridos directamente relacionados con este problema.
Hasta el momento, la ausencia de accidentes graves relacionados con este problema podría considerarse afortunada. Los casos registrados de activación inesperada del freno de estacionamiento mientras la pick estaba en movimiento podrían haber dado lugar a situaciones mucho más peligrosas en otras condiciones. (Transporte Mundial)