Robo en "manada" en Santa Fe

Un grupo de 9 delincuentes irrumpió en la cochera de un edificio ubicado en Pedro Zenteno 2100. Actuaron bajo la lluvia y viento.



Durante la madrugada del lunes, mientras sobre la ciudad de Santa Fe, se abatía un fuerte temporal de lluvia y viento, una banda de ladrones robó 12 bicicletas de la cochera de un edificio ubicado en Pedro Zenteno al 2100, en barrio General Alvear.

El encargado del edificio relata cómo, al salir de su hogar para ir al trabajo cerca de las seis de la mañana, notó que el portón automático estaba descalzado y que la puerta del bicicletero había sido violentada. Al revisar las cámaras de seguridad, se observó a nueve personas, aparentemente jóvenes, que en cuestión de minutos arrasaron con casi todas las bicicletas guardadas en el lugar.

Los ladrones parecían conocer los accesos y actuaron con precisión, en lo que pareciera haber sido una acción organizada. En las imágenes captadas, cada uno de ellos cargaba una o dos bicicletas, saliendo rápidamente con el botín antes de que alguien pudiera detectar la intrusión.

A pesar de que cada bicicleta estaba asegurada con candados individuales y el portón contaba con un grueso perno de seguridad, nada impidió el avance de los delincuentes, quienes forzaron las cerraduras y destruyeron los candados sin dificultades aparentes.

El encargado, quien habló en representación de los vecinos, expresó su preocupación y frustración por el creciente nivel de inseguridad en la zona. "Ya hemos sufrido varios robos en el edificio, desde baterías de autos hasta arrebatos de celulares. La ciclovía cercana, por la que muchos circulan, apenas cuenta con iluminación y aunque se ven patrulleros, parece que no alcanzan para disuadir a los delincuentes", explicó.

El robo dejó a varios vecinos afectados, que dependen de sus bicicletas como medio de transporte diario, y aunque aún se espera determinar con exactitud cuántas personas resultaron damnificadas, la magnitud del robo generó un profundo malestar en la comunidad. El encargado lamentó la falta de control en la zona y sugirió que una posible solución podría ser reforzar las medidas de seguridad del edificio para evitar futuros incidentes de este tipo.

Además de la pérdida material, otro tema que inquieta a los vecinos es la posibilidad de una escalada en la violencia de los robos, dado que muchos habitantes llegan a sus hogares en horarios nocturnos o de madrugada, especialmente aquellos que trabajan en áreas de salud o seguridad.

"Afortunadamente, ninguno de ellos llegó en el momento del robo. Nueve delicuentes contra una persona sola podría haber terminado muy mal", comentó el encargado, reconociendo el alivio de que solo haya habido daños materiales en el edificio.(El Litoral)