Millonario robo a una casa de electrónica

Ocurrió en San Martín entre Corrientes y Santa Fe. Es el segundo hecho delictivo en una semana.



Los comerciantes del centro marplatense no tienen descanso ante la fuerte ola de inseguridad que deja un saldo de vidrieras destruidas y falta de mercadería por miles de pesos.

Esta vez, la víctima fue un local de elementos electrónicos, ubicado en San Martín entre Corrientes y Santa Fe, el cual sufrió su segundo robo en una semana cerca de las 2 de la madrugada.

“Nos encontramos con este desastre, el lunes pasado me rompieron el vidrio chiquito, lo tuvimos que arreglar y eso es realmente mucha plata. Hoy se tomaron el trabajo de romper toda la vidriera y llevarse absolutamente todo”, declaró Melisa, comerciante dueña del lugar.

Asimismo, señaló que “esto no es al azar, todos los días le rompen a un colega distinto, no hay presencia policial ni durante la noche ni el día. Los comerciantes estamos acá y no vemos pasar absolutamente ningún policía caminando. No hay patrulleros en las esquinas, ni en las garitas, no hay cámaras de seguridad”.

Por lo que “acá tenemos que resolver nosotros, ver qué compañero pudo grabar, me parece una vergüenza total”, remarcó.

Respecto al hecho que aconteció en las últimas horas, desde la policía declararon que atraparon a los delincuentes. “Nos aseguran eso, ahora voy a ir a la comisaría para ver qué pasó y si efectivamente están detenidos. Hay hasta sangre, así que se han cortado, el tema es que tuvieron todo el tiempo del mundo para llevarse la vidriera completa”, expresó la comerciante.

Por otro lado, contó que “mecheras tenemos todos los días, hay videos que registramos con nuestras propias cámaras de seguridad que nos roban durante el día, el comercio está con gente, no nos damos cuenta hasta que notamos el faltante”.

En cuanto a los faltantes: “Nosotros armamos la vidriera todos los días martes, entonces tengo un video de todos los productos que había. Tendría que hacer un relevamiento de todo lo que se llevaron. Un robo millonario más el vidrio”, enfatizó.

“El lunes cuando vinieron empezaron a buscar qué cámaras de los locales nos podían ayudar a determinar en qué horario fue, quiénes fueron porque nadie sabía nada. A las 8 de la mañana cuando me entero y vengo, yo llamo a la policía como hoy, no había nadie esperando o viendo que estaba el vidrio roto para que no sustraigan más nada”, continuó.

De modo que “compañeros de otros locales que llegaron antes se ofrecieron a quedarse para que no nos falte más nada, entonces nos cuidamos entre nosotros, no la policía”, concluyó.  (Fuente: El Marplatense)