Mientras siguen buscando a la jauría que este lunes atacó y mató a Florencia Ledesma (23) en un descampado de la localidad de Albardón en San Juan, la UFI de Delitos Especiales apunta a dar con los posibles dueños de los perros: sospechan que podrían haber sido escondidos. Los rastrillajes a pie, en motos y hasta con drones no lograron resultados positivos y en la Policía ya empiezan a pensar que alguien les dio refugio a los animales.
El fiscal Adrián Riveros, de la UFI Delitos Especiales, confirmó que "la autopsia determinó que la joven murió por un shock hipovolémico (pérdida de sangre), causado por numerosas mordeduras y laceraciones". Sus zapatillas y auriculares fueron encontrados a lo largo en una senda de mas de mil metros, donde se identificaron cuatro caídas y manchas de sangre.
Los peritos creen que los perros habrían sido entre 7 y 10 en total y que falleció a las 22, es decir que fue atacada por cerca de una hora o más.
Por la autopsia también se supo que "de acuerdo a las características de las mordeduras, no se detecta el ataque de perros de raza" y por eso subsiste la hipótesis de que serían animales de la calle que aún no fueron hallados por la extensión del terreno, aunque no descartan que alguien les haya dado refugio.
Sobre la investigación, el fiscal Francisco Micheltorena, de la UFI Delitos Especiales de San Juan, dijo que "seguimos trabajando y lo que puedo adelantar es que no vamos a descartar todavía que haya un presunto responsable" y que "estamos en el proceso de recolección de pruebas", aunque ante una consulta reconoció que "en el caso de que no detectemos a algún imputado, la causa irá a archivo".
Los restos de Florencia fueron sepultados este miércoles al mediodía después del velatorio que se realizó en la casa de la familia en Villa Ampakama. Sus restos fueron llevados al Cementerio de Albardón.
Un amigo de la familia, Fabián Vargas, contó que cuando la encontraron usando las linternas de los celulares cargaron a la joven "en una improvisada camilla armada con la campera de su hermano" y caminaron casi una hora para sacarla del campo.
La joven vivía en la Villa Ampakama de Albardón, a unos 20 kilómetros al norte de la capital de San Juan. Sus vecinos la recuerdan como "una joven amable y solidaria, que estudiaba Administración de Empresas, que colaboraba con los quehaceres en su casa y todos los días se ejercitaba porque quería ingresar a la Policía".
En medio del dolor, vecinos y amigos pidieron que "busquen a esos perros porque para eso les pagan con los impuestos de uno y los saquen de aquí, porque pueden matar a un niño o alguna de las personas que van a caminar o andar en bicicleta".
En la jornada de hoy, las inspecciones en el campo y las fincas cercanas son llevadas a cabo por la policía y los ayudantes de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Elizondo y César Recio, a quienes se sumaron empleados de la Secretaría de Ambiente, que aplica la Ley de animales potencialmente peligrosos, además de grupos de vecinos que colaboran en la búsqueda.
Con información de Télam.