Lo que para una embarazada empezó con un dolor de muela terminó con la muerte de su bebé, que llevaba seis meses de gestación, y su internación en estado de coma. El caso que investiga la Justicia tendría su origen en un proceso infeccioso derivado de un tratamiento odontológico que recibió la paciente y continuó con problemas de atención posterior tanto en el Hospital Municipal de Villa Gesell como en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, donde el pasado 13 quedó internada en estado de coma, en el área de terapia intensiva.
La denuncia por homicidio y lesiones la presentaron el conviviente y la madre de Ivana Rocío Benítez, de 27 años, causa que investiga la fiscal Verónica Zamboni y que ya dio primeros pasos con órdenes de allanamiento en consultorios particulares y de centros de salud públicos.
La paciente, según confirmaron sus familiares y la abogada que los representa en esta demanda, se encuentra en estado delicado luego de afrontar al menos dos cirugías. La primera fue para drenar la infección y la segunda para retirar el feto y restos de placenta. “Su estado es muy grave”, confirmaron a LA NACION fuentes del HIGA.
A pedido de la fiscal, con intervención del juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, dirigidas a autoridades de ambos hospitales y al responsable del consultorio odontológico se libraron órdenes de presentación de toda la documentación vinculada a la atención médica que recibió Benítez.
Según consta en la denuncia, el pasado 14 de septiembre la joven concurrió a la guardia del Hospital Municipal “Arturo Illia” de Villa Gesell por dolores que tendrían su origen en una de las muelas y evidencias de infección en encías. “Tomando conocimiento de que tenía una infección en una zona de la encía, le prescribieron diclofenac y que volviera a su domicilio a realizar reposo”, relatan.
Como no mejoraba y el malestar se extendía más de lo esperado, el 11 de octubre recurrió a un odontólogo particular, también en Villa Gesell, que —siempre según el escrito presentado ante la fiscal— le extrajo dos muelas.
Al día siguiente, siempre con dolores, asistió una vez más a la guardia del Hospital Municipal de Villa Gesell, donde le volvieron a ordenar reposo en su casa. El miércoles 13 volvió a los mismos consultorios, recibió la misma recomendación y ante la insistencia de su concubino aceptaron derivarla al HIGA, en Mar del Plata. Allí fue sometida a una cirugía de urgencia.
“Una junta médica nos informa que Ivana Rocío sufría una infección generalizada grave y que el bebé que gestaba había fallecido el día anterior motivo, por el cual el 15 de octubre nuevamente fue sometida a una cirugía para realizar un drenaje de su útero y la expulsión del niño/a por nacer”, detalla la abogada Graciela Bravo, profesional del estudio Bravo & Vittori que presentó la denuncia.
Desde ese día quedó en estado de coma, según confirmaron a sus familiares los médicos que la atienden. Recién este fin de semana salió de esa instancia, aunque siempre con un marco de extrema gravedad. El último parte clínico, comunicado ayer a su conviviente, describe fallas en presión arterial y de coagulación, producto de la infección “grave y generalizada”, y permanece con asistencia respiratoria mecánica. “No tiene reacción alguna, no despertó, no tiene movimientos ni puede respirar por sí misma”, dijeron a LA NACION desde su entorno.
La querella reclamó a la Justicia que se ordene el secuestro del feto y la placenta para que se realice una autopsia a efectos de determinar causales del fallecimiento, siempre bajo la sospecha de que este desenlace estuvo relacionado con una cadena de fallas gravísimas en la atención médica que recibió la paciente en este proceso.
Las acusaciones de los denunciantes apuntan al Hospital Municipal de Villa Gesell y especialmente al odontólogo particular que, según fuentes consultadas por LA NACION, no habría podido aportar documentación que registre la atención que, sí reconoció, realizó a Benítez.
(Fuente: La Nación)