Por : Carlos R. Fernández Blanco
Titular de Fernández Blanco y Asociados
Servicios de Consultoría
Oportunamente el Presidente Alberto Fernández promulgó un Decreto por el cual todos los seguros de empresas y organismos del Estados debían efectuarlos en Nación Seguros, también aseguradora estatal.
El citado decreto también dispone que, si el riesgo asumido por Nación Seguros supera su capacidad de retención, deberá ofrecer participar a las aseguradoras del mercado argentino a participar en el coaseguro de cada operación.
Lo expresado en el punto anterior tiene por objeto evitar en la medida de lo posible reasegurar el riesgo en el exterior pues implica el uso de divisas.
El citado decreto no propicia ni prohíbe la participación de intermediarios en esas operaciones, pero debe destacarse que la enorme mayoría de las operaciones del mercado asegurador argentino se realizan a través de intermediarios, Productores Asesores de Seguros, Agentes Institorios o Brokers.
Los intermediarios son nombrados en todos los casos por los asegurados, nunca por los aseguradores.
En el caso particular de los seguros de vida tomados por la ANSES, este organismo debió nombrar el intermediario, sin intervención de Nación Seguros, y mucho menos del Presidente que sería ridículos que tuviese como tarea controlar los seguros de las distintas reparticiones oficiales.
Si se supone que no hubo necesidad o no era conveniente, en el caso particular del seguro de la ANSES, que intervenga un intermediario, será éste organismo quien deba responder porque lo hizo.
