Un escándalo inesperado conmocionó en las últimas horas a los fieles de la iglesia de Apolinario Saravia, en Salta, después de que el cura Sergio Ariel Chauque provocara un accidente en el que murió un joven de 30 años.
El hecho ocurrió el viernes pasado cerca de las 20 y de acuerdo a los testigos el sacerdote conducía a gran velocidad una camioneta Toyota Hilux sobre la ruta 5. Al parecer, Chauque habría intentado adelantarse a un camión, maniobró y terminó impactando a la víctima, que circulaba en moto por el carril contrario.
Luis Landriel, el joven atropellado, fue auxiliado en el lugar y trasladado después a un hospital, pero pese al esfuerzo de los médicos no logró sobrevivir al accidente. En tanto, el sacerdote fue detenido y trasladado a una comisaría, donde asistido por su defensora María Castaño, se negó a declarar y dijo que lo hará por escrito.
Mientras esperan los resultados del test de alcoholemia para definir el avance de la investigación, la causa fue caratulada como homicidio culposo y Chauque recuperó su libertad.
Por otro lado, se supo que el vehículo que manejaba el religioso no era suyo sino que figuraba a nombre Arzobispado de Salta. Además, entre otras irregularidades, Chauque circulaba sin la Revisión Técnica Obligatoria y sin tener al día el seguro que obliga la ley de tránsito.
El dolor de la familia de la víctima
En diálogo con El Tribuno, la familia Landriel afirmó que “se encuentra destrozada por la muerte del único hijo varón y sostén de su madre”. “La ley es para todos. Chauque se presentó y no quiso decir su verdad, estamos destrozados y esperábamos algo superador, a la altura de un pastor de nuestra Iglesia, pero ya ven, no fue así”, se lamentaron.
En medio del dolor, manifestaron que no van a bajar los brazos hasta que se haga justicia y se conozca la verdad de lo que ocurrió, ya que en las redes sociales “salieron en defensa del cura y de la víctima y su familia nadie se acordó”.
Qué es el Homicidio Culposo
Según el artículo 84 del Código Penal:
“Será reprimido con prisión de seis meses a cinco años e inhabilitación especial, en su caso, por cinco a diez años el que por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes de su cargo, causare a otro la muerte.
El mínimo de la pena se elevará a dos años si fueren más de una las víctimas fatales, o si el hecho hubiese sido ocasionado por la conducción imprudente, negligente, inexperta, o antirreglamentaria de un vehículo automotor”.
(Fuente: TN.com.ar)
