Una inusual situación ocurrió en contexto del horror que se está viviendo en Europa por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Si bien venía arrastrándose desde hace ocho años, el pasado 24 de febrero el país comandado por Vladimir Putin realizó el primer ataque aéreo que terminó por desatar el conflicto que hasta hoy se desarrolla en territorio ucraniano.
En medio de la conmoción, este sábado un ucraniano de 55 años hundió parcialmente el millonario yate de su jefe ruso en protesta por la invasión del Kremlin a Ucrania.
Taras Ostapchuk, de 55 años, fue detenido en la ciudad española de Mallorca luego de intentar destruir el barco Lady Anastasia, propiedad del empresario Alexander Mijeev, director ejecutivo de la compañía rusa de armas militares, Rosoboronexport. La embarcación, cuesta unos 7,7 millones de dólares.
El hombre abrió las válvulas con la firme intención de inundar y hundir la embarcación, según lo informó Majorca Daily Bulletin. Al ser detenido por la policía, el sujeto explicó: “Mi jefe es un criminal que vende armas que matan al pueblo ucraniano”. Además, argumentó que lo hizo después de ver informes de noticias sobre la invasión rusa.
Lady Anastasia fue construida en aguas de Nueva Zelanda por Sensation Yachts en el año 2001, aunque fue totalmente reformada en el 2010 y puesta a punto de nuevo en el año 2018. El diseño interior es obra de Donald Starket y cuenta con un impresionante vestíbulo, que alberga una gran escalera, un yate de lujo que alcanza los 18,2 kn de velocidad. En el momento del “ataque” del hombre se encontraba atracado en Port Adriano (Mallorca), según publica Diario de Mallorca.
Mientras era juzgado en la corte, el sujeto contó: “Vi las noticias sobre la guerra. Hubo un video de un ataque con helicóptero contra un edificio en Kiev. El armamento utilizado es producido por la empresa del propietario del yate. Estaban atacando a inocentes”. Por otro lado, le comentó al juez que no se arrepentía de sus acciones y que “lo volvería a hacer”.
Ostapchuk trabajaba en el yate como mecánico y, horas después de que lo detuvieran, fue liberado y emprendió un viaje a España con la intención de unirse a las tropas ucranianas y pelear para defender a su país.
“Tenía un buen trabajo como jefe de mecánicos en el barco y un buen salario, pero voy a luchar por mi nación. Me dije: 'Para qué necesito un trabajo si tengo mi país”, señaló Ostapchuk a un medio local.
El sujeto aseguró que lo primero que hará cuando pise suelo ucraniano será preguntarle a un comandante si lo necesitan para luchar y, de esa forma, se unirá a la línea de combate “tan pronto como llegue a la primera ciudad ucraniana”.
(Fuente: Crónica)