No era un pájaro...



Un hombre salvó su vida milagrosamente ayer tras un aparatoso accidente: la avioneta que pilotaba se precipitó al suelo y cayó dentro de los límites de una vivienda, cuya propietaria no daba crédito a lo ocurrido.

La Policía fue alertada del siniestro pasadas las 16 y de inmediato los efectivos de la Comisaría Comunitaria Nº 41 acudieron al lugar, en el barrio Campo Rosso. Al llegar corroboraron que, efectivamente, una aeronave se había estrellado en el lugar, a unos siete metros de la residencia.

Se trataba de una avioneta modelo Kruk LWPP que momentos antes había salido del Aeroclub de la mencionada ciudad y era guiada por Emanuel Balbuena, de 33 años y oriundo de la provincia de Buenos Aires, aunque con residencia temporal en un hotel añatuyense.

Este se dirigía hacia unos campos en el paraje Los Tobas para hacer trabajos de fumigación -llevaba una carga de 500 litros de agroquímicos, algunos de los cuales se derramaron por el siniestro-.

Sorprendentemente, el hombre se encontraba en buen estado general de salud y al ser entrevistado por los uniformados relató que sufrió un desperfecto mecánico y eso provocó la caída de la avioneta.

La dueña de casa fue identificada como Juana Inés Pérez, de 68 años, y reveló que se encontraba en el patio de la morada cuando vio acercarse a la aeronave que viajaba a una peligrosa corta distancia del suelo, y divisó cómo se estrellaba contra un árbol a pocos metros de su hogar.

Personal de Criminalística realizó las pericias de rigor y por fortuna no hubo que lamentar una tragedia.

(Fuente: Nuevo Diario Web)